Porque se destina muy poco dinero a las organizaciones LGBT y aún menos a la labor de justicia trans. Incluso menos de esa cantidad se destina a grupos dirigidos por y para personas trans. Incluso menos se destina al trabajo de base y local. Incluso menos van a grupos sin ánimo de lucro. Menos aún se destina a los grupos que centran el liderazgo de las personas trans que se organizan en torno a sus experiencias con el racismo, la injusticia económica, la transmisoginia, el capacitismo, la inmigración, el encarcelamiento y otras opresiones cruzadas. Y muy poco de este dinero, si es que lo hay, es una financiación no restringida que los activistas pueden utilizar de la manera que consideren mejor. Con la creación del Proyecto de Financiación de la Justicia Trans, esperamos ayudar a llamar la atención sobre todo esto al tiempo que movemos algo de dinero ahora mismo. También esperamos ayudar a las organizaciones a establecer relaciones a largo plazo con los donantes (e incluso con algunas fundaciones) que quieren apoyar este trabajo pero que podrían no conocer algunas de las organizaciones que están pasando más desapercibidas.

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